Las enfermedades transmitidas por alimentos pueden ocasionar miles de pérdidas económicas. En sí, la falta de estándares puede tener consecuencias graves, incluida la pérdida de clientes, un impacto negativo en la reputación de la marca y la ausencia laboral de los empleados debido a una enfermedad. Como resultado, la inocuidad alimentaria es vital para cualquier marca que esté comprometida con alimentos de alta calidad y con el mantenimiento de una imagen de marca positiva.

Los sistemas de gestión de la seguridad alimentaria, los procesos y procedimientos que las empresas establecen para prevenir la contaminación, son esenciales para reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos y garantizar los productos más seguros posibles.

Sin embargo, incluso con las pautas de seguridad adecuadas, aún se puede incurrir en una contaminación o exposición a peligros alimentarios. Debido a ello, en el siguiente artículo de Basic Farm, hablaremos más sobre qué es un sistema de gestión de seguridad y cómo puedes mejorarlo dentro de tu industria.

¿Qué es un sistema de gestión de seguridad alimentaria?

Es un enfoque sistemático para controlar los peligros dentro de la inocuidad alimentaria con el fin de garantizar que los alimentos sean seguros para el consumo. Se requiere que todas las empresas establezcan, implementen y mantengan este sistema basándose en los principios del análisis de peligros y puntos críticos de control (HACCP).

Asimismo, consiste en cumplir con la higiene y normas alimentarias. Debes asegurarte de contar con procedimientos de gestión de seguridad alimentaria y considerar:

• los proveedores que utilizas
• cómo rastrear la comida que compras y la que vendes a otras empresas
• cómo transportar los insumos

En pocas palabras, un sistema de gestión de seguridad alimentaria no es solo un requisito legal, sino una herramienta útil para garantizar que se sigan prácticas seguras en tu establecimiento, empresa o negocio.

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¿Qué es el punto crítico de control del análisis de peligros?

HACCP es un método internacional, un sistema de administración de la Gestión Alimentaria para garantizar que los alimentos sean totalmente seguros para el consumo humano. Incluye la identificación de los peligros alimentarios y la introducción de procedimientos para asegurarse de que esos peligros se eliminen, reduzcan o controlen a un nivel aceptable.

Estos procedimientos te ayudarán a producir y vender alimentos que sean seguros para el consumo, ya que:

• Mantendrás actualizados los documentos y registros relacionados con tus procedimientos.
• Revisarás periódicamente tus procedimientos para asegurarte de que reflejen lo que produces o cómo trabajas.

¿Cómo mejorar tu sistema de gestión de inocuidad alimentaria?

1. Realizar auditorías periódicas

Las auditorías periódicas pueden garantizar que los empleados cumplan con las prácticas de inocuidad alimentaria. Gracias a HACCP, tu sistema tiene la oportunidad de prevenir, mitigar o eliminar un problema potencial. Por lo general, esto significa almacenar alimentos o realizar alguna acción biológica, física o química hasta un límite objetivo, como una temperatura específica, para prevenir o mitigar la contaminación.

El proceso de auditoría debe ser coherente, realizarse con regularidad y cubrir todos los aspectos de la estrategia HACCP. Estas auditorías pueden ser una forma de descubrir las fortalezas y debilidades de tu estrategia actual de HACCP.

2. Considera un sistema de monitoreo

Puedes utilizar sistemas automatizados o digitales para asegurarte que los puntos críticos no se desvíen de los límites de control. Con los sensores adecuados, es posible garantizar que los alimentos permanezcan entre los límites objetivo. Por ejemplo, el uso de estos puede alertar rápidamente al personal de la planta si la temperatura en cámaras frigoríficas supera un cierto umbral o si hay una desviación.

Estas alertas pueden ayudar al personal a responder rápidamente a los cambios, asegurando el cumplimiento y reduciendo el riesgo de contaminación por peligros alimentarios.

3. Revisa y cuida los equipos

Un programa de equipo completo puede ser muy eficaz para reducir el riesgo de contaminación de los alimentos. Para minimizar el riesgo, tu plan debe considerar el equipo necesario y cómo se realiza el mantenimiento. Por ejemplo, la elección de materiales estándar de la industria o seguros para los alimentos puede ayudar a prevenir la contaminación. Invertir en el tipo correcto de acero inoxidable puede mejorar los costos operativos y ayudar a reducir el riesgo de que los alimentos estén expuestos a peligros.

4. Brinda apoyo a los empleados y fomenta la participación

Los programas de formación son un componente esencial de cualquier estrategia HACCP. Si tus empleados no saben cómo manejar los alimentos correctamente o no conocen los pasos para el proceso de alimentos, no podrán ejecutar el plan y prevenir la contaminación. Por ello, es vital que antes de implementar HACCP, se implemente BPM como herramienta de mejora, sensibilización y conciencia.

Las capacitaciones deben comenzar discutiendo la importancia de la seguridad alimentaria y los riesgos potenciales de contaminación. Adicionalmente, deben proporcionar demostraciones visuales y oportunidades para que los empleados practiquen antes de convertirse en responsables de la inocuidad.

5. Higiene alimentaria, envasado y etiquetado

Las empresas de alimentos deben asegurarse de que sus prácticas minimicen el riesgo de daño al consumidor. Parte del cumplimiento se realiza al gestionar la higiene y normas alimentarias para asegurarse de que la comida que sirve sea segura para comer.

Asimismo, la ley establece lo que se debe mostrar en el empaque y el etiquetado de los alimentos para proteger a los consumidores y brindar la información correcta para tomar decisiones alimentarias seguras e informadas según la dieta, las alergias, el gusto personal o el costo.

Para cualquier empresa que trabaje con alimentos, los sistemas de gestión de inocuidad alimentaria son esenciales para garantizar el producto más seguro y de mayor calidad posible. 

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