Con la llegada de un gato a tu hogar hay algunas tareas importantes para que se sienta cómodo, una de ellas es lograr que el animal haga sus necesidades en el lugar adecuado para que su relación inicie de una manera tranquila y sin dolores de cabeza para la familia ni para el gato.

Lo primero que debes saber es que en el caso de los gatos recién nacidos es de vital importancia esperar a que completen su periodo de destete antes de separarlos de su madre y sus hermanos, durante este tiempo no controlan esfínteres, porque ella se encarga de limpiarlos y acicalarlos, si por alguna situación, llega a tu hogar durante este periodo es clave consultar al médico veterinario para revisar, además de su salud general, la forma en que puede orinar y defecar manteniendo la higiene y teniendo paciencia para que pueda pasar a la siguiente etapa que es justamente en la que está centrado este artículo. También le puede interesar

Los gatos se destacan por ser animales muy instintivos, así que, la recomendación básica es asegurarse que el animal sepa dónde está el arenero, llevarlo al lugar, pero no forzarlo a que entre ni quedarse mirándolo, esto puede incomodarlo. Desde Basic Farm, queremos compartirles algunos tips para que ese lugar sea el que tu gato necesita:

Elegir el arenero correcto

El tamaño del arenero debe ser mayor al del animal, si es un gato que aún está en crecimiento, tener en cuenta el tamaño promedio al que llegará. Según las condiciones de salud del gato; si es de edad avanzada o tiene artritis, los laterales no pueden ser altos para que tenga fácil acceso al arenero. También es importante la profundidad de la arena, en promedio que sean 4 cm.

Depende del tamaño de tu casa, también puedes optar por varios areneros y si tienes más de un gato, cada uno debería tener su arenero. Por último, aunque menos común, a algunos gatos los ponen nerviosos los areneros cerrados, en este caso la mejor alternativa es quitarles la parte superior, que vayan ingresando y se coloca la parte superior en unos días, de esta forma ellos se van acostumbrando.

Seleccionar la arena adecuada

Existen varios tipos de arena, pero una clasificación básica se puede hacer en dos tipos: la arena aglomerante y la no aglomerante, la primera se compacta al tener contacto con la orina mientras que la segunda tiene otras propiedades que permiten que esta se absorba. Para elegirla es importante analizar los hábitos de limpieza que tendrás con el arenero y lo que beneficie a tu gato, por ejemplo, algunas levantan mucho polvo y pueden afectar los pulmones de las mascotas, otras tienen olores aromatizantes que pueden ahuyentarlos o pueden tener gránulos muy gruesos que lastimen sus almohadillas.

En ocasiones esta tarea de selección puede tomar tiempo, pero cuando se acostumbren a una alternativa, basta con conservarla.

Ubicación del arenero

Esta parte es sencilla, debe ser un lugar tranquilo, accesible y alejado del comedero, preferiblemente que no sea una zona muy transitada o de paso.

Mantener la higiene

A los gatos no les gusta hacer en un lugar sucio, así que la sugerencia es limpiar la arena una o dos veces al día y, semanalmente, cambiarla acompañando el proceso con una limpieza del arenero con desinfectantes de olor suave. Artículo relacionado aquí

Algunas consideraciones finales son: premiar al gato cuando se trata de las primeras veces que usa el arenero, puedes darle algún snack o poner un juguete colgante para que asocie el arenero con una experiencia agradable y nunca castigarlo o regañarlo porque esto puede ser contraproducente. Por otro lado, si el gato ya estaba habituado al arenero y deja de usarlo, comenzando a orinar o defecar por toda la casa, es una señal de alerta para acudir al veterinario de inmediato porque puede tratarse de una infección.