Con la aparición reciente del COVID-19 y otros organismos, el uso de productos desinfectantes apropiados ha aumentado, volviéndose extremadamente importante. Sin embargo, hay mucho más a considerar que simplemente saber si el producto será efectivo o no contra un organismo en particular. 

En el siguiente artículo de Basic Farm, te mencionaremos algunas características que debe tener un buen desinfectante.

1. Velocidad de desinfección

Cada producto requiere un tiempo específico que debe permanecer húmedo sobre una superficie para lograr una desinfección completa. Esto se conoce como el “tiempo de contacto” y se indica claramente en la etiqueta de los productos desinfectantes registrados. 

Para garantizar una adecuada desinfección, debes respetar el tiempo de contacto. Los productos que se secan antes de que se logre dicho tiempo (por ejemplo, cuando el producto contiene disolventes o alcoholes que hacen que se evapore rápidamente) no lograrán una desinfección completa. Por lo tanto, un buen desinfectante debe tener los químicos ideales que ofrezcan tiempo de contacto rápidos y realistas.

2. Espectro de eficacia microbicida

La guerra que libramos contra los microbios es una lucha contra un enemigo invisible a simple vista. Desafortunadamente, es casi imposible para nosotros identificar fácilmente qué microorganismos están presentes en una superficie en un momento dado. Esto plantea la pregunta: ¿cómo podemos usar correctamente un producto que solo muestra efectividad contra un espectro de bacterias y virus fáciles de matar? ¿Cómo abordamos patógenos más difíciles de matar como el SARS-CoV-2, agente causal del COVID-19 cuando usamos estos productos de espectro reducido?

Los desinfectantes ideales demostrarán una amplia eficacia antimicrobiana y, en última instancia, evitarán la transmisión ambiental de una amplia variedad de microorganismos, incluidas las cepas potencialmente resistentes.

3. Capacidad de limpieza

La eficacia de la limpieza de un desinfectante es un atributo que a menudo se pasa por alto. Quizás algunos no la consideren tan importante como el espectro o la velocidad de eliminación; sin embargo, la eficacia de limpieza, o la falta de ella, en un desinfectante tiene el potencial de afectar todo el proceso de desinfección. 

Para una mejor práctica de control de infecciones ambientales, es recomendable claramente que la limpieza debe preceder a la desinfección de una superficie, ya que el polvo y la suciedad pueden crear depósitos protectores para los patógenos si no se eliminan de manera eficaz. 

El uso de un desinfectante que también tiene características de un limpiador eficaz no solo elimina la necesidad de agregar productos de limpieza secundarios, sino que también brinda mayor confianza, lo cual, en situaciones en las que se ha omitido un paso de limpieza formal o se ha realizado de manera inadecuada, el desinfectante en sí mismo ayudará a eliminar la suciedad permitiendo que se produzca la  adecuada desinfección.

A menudo, esto se puede lograr incluyendo un tensoactivo en la composición del producto. Estos no solo mejoran la eficacia de limpieza de un producto, sino que también ayudan a garantizar una cobertura completa y uniforme en una superficie, evitando la formación de manchas.

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4. Salud y seguridad del personal

A medida que las necesidades de control de infecciones crecen más allá de los entornos hospitalarios, también lo hace el uso de los desinfectantes. Es por ello que el aumento de exposición a estos productos también ha requerido que estos sean mucho más seguros que antes.

Es preferible usar un producto desinfectante que esté libre de compuestos orgánicos volátiles (COV), debido a que no emitirá vapores nocivos, no será tóxico, ni irritante para la piel, los ojos y las vías respiratorias y, por último, no será sensibilizante. 

Desafortunadamente, la mayoría de los productos desinfectantes deben comprometer su eficacia general para cumplir con las necesidades de seguridad mejoradas o viceversa. Un desinfectante ideal logrará un equilibrio entre seguridad y eficacia sin comprometer ninguna de estas dos características.

5. Perfil Ambiental

Al igual que nuestra salud y seguridad, también debemos cuidar el medio ambiente. Los desinfectantes, por definición, son sustancias químicas diseñadas para destruir formas vegetativas de microorganismos dañinos. Esta simple definición ha provocado que muchos fabricantes crean que la sustentabilidad ambiental es algo imposible.

Las nuevas tecnologías han hecho posible crear formas de eliminar de manera efectiva los microbios patógenos por medios que no son dañinos para el medio ambiente. Antes de comprar un desinfectante, lee la etiqueta y asegúrate que sea amigable con el medio ambiente y los animales.

6. Compatibilidad con otros materiales

Desafortunadamente, ningún químico desinfectante es 100% compatible con todas las superficies. Por ejemplo, comienza por tu propio hogar, nunca usarías un limpiador de baño para limpiar tus ventanas, mesas de cuero o muebles de madera ¿o sí?

Hoy en día, la mayoría de los desinfectantes para las superficies tienen buenos perfiles de compatibilidad de materiales cuando se usan según lo previsto; sin embargo, ciertas aplicaciones o superficies pueden requerir una atención única. 

En resumen, el desinfectante ideal debe sobresalir en todas estas características, debe ser eficaz contra un amplio espectro de microorganismos (bacterias, virus, etc.) en un tiempo de contacto rápido y, en definitiva, respetar el medio ambiente. Por último, debe ser seguro para los usuarios y los ocupantes del entorno, así como para la superficie después de su uso.

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