Las festividades de fin de año son un momento en el que nuestras rutinas cambian; nos vemos rodeados de luces navideñas, comida, villancicos, fiestas y regalos. Sin embargo, nuestras mascotas suelen ser las grandes perjudicadas por estas celebraciones debido a los efectos negativos que la pólvora les ocasiona. En este artículo, exploraremos ¿qué sucede en las mascotas con el sonido de la pólvora? y proporcionaremos algunas estrategias para manejar la situación, asegurándonos de que ni la familia ni la mascota pasen un mal momento.

La razón por la cual tanto perros como gatos se ven afectados por el sonido de la pólvora se debe principalmente a su agudeza para captar sonidos pequeños. De hecho, el oído de estos animales es considerablemente más agudo y perceptivo que el humano. Para ponerlo en cifras más concretas, su oído puede soportar una intensidad sonora de hasta 85 decibeles, mientras que el ruido de la pólvora oscila entre 190 y 200 decibeles. Con este panorama, resulta inevitable que sufran estrés al escucharlo.

Cada mascota puede experimentar diferentes episodios que comprometen su salud, dependiendo de los síntomas que presente. Estos incluyen taquicardia, epilepsia o vómito, la tendencia a huir de casa para alejarse del sonido, pérdida de la cría, aumento en sus maullidos o ladridos, agresiones por parte del animal, fallas en el sistema circulatorio si se le suministra un medicamento inadecuado y, lamentablemente, en algunos casos, puede llevar al deceso del animal. Para prevenir estas situaciones, te proporcionaremos algunas tareas que debes realizar previas a los momentos álgidos de la pólvora:

– Identificación: es fundamental que cada mascota lleve consigo una placa que contenga su nombre y los datos de contacto de su familia. Esta medida resulta especialmente crucial para aquellos animales propensos a huir debido al sonido o situaciones que les generen miedo o angustia.

– Ejercicios con sonidos: si aún tienes una mascota en sus primeros meses, una práctica que puede ayudar a prevenir el estrés en su vida adulta es exponerla gradualmente a sonidos desagradables. El objetivo es que se acostumbre a ellos. No se recomienda una exposición directa a sonidos fuertes; en su lugar, puedes utilizar dispositivos como el celular o algún reproductor a un volumen bajo a medio.

– Adecuar un espacio en la casa: crea un ambiente tranquilo antes de que comience la detonación de la pólvora. Este lugar debe ser donde la mascota

se sienta segura y lo más aislada posible del ruido. Colocar su comida y juguetes allí puede contribuir a su bienestar y familiaridad con el entorno.

– Organizar una agenda de salidas: procura que los paseos sean durante el día para minimizar la posibilidad de escuchar pólvora en el recorrido. Aumenta la frecuencia y la actividad física para que la mascota esté un poco más cansada en la noche.

– Asegurar tu hogar: cierra todas las puertas, balcones y cualquier lugar que pueda representar un peligro para el animal en caso de desesperación.

Después de tomar estas precauciones, en momentos de crisis por la detonación de pólvora, es fundamental evitar regañar a tu mascota, incluso si ladra constantemente o muestra comportamientos dañinos hacia objetos. Recriminarla puede aumentar su tensión al sentir que está haciendo algo incorrecto. Igualmente, no se recomienda abrazarla y consentirla, ya que esto valida su estado emocional.

Si, por otro lado, decide esconderse en lugar de ladrar, no es necesario sacarla de ese lugar. Si eligió ese refugio, es porque siente que el ruido es menor y se percibe más segura. En estos casos, puedes acompañarla, hablarle con calma, poner música suave y utilizar esencias.

En situaciones donde ninguno de estos elementos proporciona calma a tu mascota, es crucial consultar a un especialista. En algunos casos, puede ser necesario recurrir a medicación para tranquilizar al animal.